La Dirección General de Tráfico recurre frecuentemente a la equivalencia entre velocidad y caída desde una altura determinada para ayudarnos a ser conscientes de la severidad que puede tener una colisión. Sin embargo, la Institución no explica cómo obtiene esa equivalencia, por lo que es interesante disponer de algún sencillo método de cálculo que nos permita hacer nuestras propias estimaciones.
En el ámbito de los accidentes de tráfico, el concepto delta-v representa el cambio de velocidad experimentado en una colisión. El delta-v se utiliza habitualmente para evaluar la severidad de una colisión, pero esta práctica no es correcta si no se evalúan también otros parámetros. Veamos por qué.
Ésta es una muy sencilla (pero bastante precisa) aproximación al cálculo de la mínima distancia en la que un automóvil puede detenerse.
Si ya conocemos las bases del proceso de frenado (en este enlace) de un automóvil sobre un suelo horizontal, podemos seguir utilizando el modelo simplificado para generalizar un poco más el planteamiento y ver cómo cambia la capacidad de frenado en función de que el automóvil circule -como diríamos llanamente- «cuesta arriba» o «cuesta abajo».