Tenía pendiente hacer un breve comentario sobre «La silla perfecta no existe», una guía sobre sistemas de retención infantil publicada por la Fundación Smart Baby y escrita por Josep M. Vallés, con quien tengo el enorme de gusto de compartir trabajo y experiencias en la Junta Directiva de AESVi.
Quería hacer este breve comentario porque -en España- la información sobre sistemas de retención infantil está siendo intoxicada por determinados sectores que, con intereses comerciales muy concretos, no dudan en transmitir información errónea y sesgada.
En medio de esta situación, Josep y la Fundación Smart Baby tuvieron la valentía y honestidad de publicar «La silla perfecta no existe», una guía de sencilla y amena lectura en la que no se habla de marcas y en la que se puede encontrar esa información tan necesaria para elaborar una correcta decisión de compra.
«La silla perfecta no existe», además de realizar un recorrido por el marco normativo sobre sistemas de retención infantil, aborda también la cuestión de los ensayos no oficiales, como pueden ser «Eurotest» y «Plus Test», explicando cómo deben ser entendidos. La caducidad de los sistemas de retención infantil, los consejos para su correcta instalación y el decálogo de AESVi sobre seguridad vial infantil completan el contenido de esta guía que arranca con la frase que le da título y, sobre ella, una reflexión llena de lógica:
«La silla perfecta no existe. Si existiese, todos los fabricantes venderían un único modelo de silla y sería el mismo para todos.»
Por eso es bueno conocer los diversos factores que nos permitan identificar el sistema de retención infantil que realmente satisfaga nuestras necesidades.
Y añado una segunda reflexión que suscribo personalmente:
«En una ocasión oí decir a un ingeniero especializado en el desarrollo de Sistemas de Retención Infantil: “dígame cómo va a ser su accidente y le proporcionaré la silla perfecta”. Por desgracia, los accidentes ocurren y nadie sabe cómo se van a producir.»
El ingeniero que cita Josep estaba dando respuesta a la clásica pregunta que se hacen muchos padres cuando se les habla de seguridad: Todo muy interesante, pero… ¿cuál es la mejor silla?
La triste realidad enseña que los accidentes de tráfico, en su origen y desarrollo, pueden presentar cientos de impredecibles y variadas casuísticas a las que es imposible hacer frente con un único tipo de sistema de retención infantil. Como ya se ha dicho, si eso fuera posible solo veríamos un único modelo de sistema de retención infantil en el mercado.
En resumen, felicito a Josep y a la Fundación Smart Baby por su trabajo, a la vez que recomiendo a padres y madres que, antes de comprar un sistema de retención infantil para sus hijos, lean con calma «La silla perfecta no existe».
Quienes deseen hacerse con un ejemplar de la guía pueden dirigirse a la Fundación Smart Baby, en la dirección de correo electrónico