(La imagen es de la revista «Tráfico y Seguridad Vial», número 215)
Se va a proporcionar una idea visual, a escala, de la repercusión de la medida que suprime la posibilidad de que turismos y motocicletas puedan rebasar en 20 km/h los límites genéricos de velocidad en las carreteras convencionales cuando adelanten a otros vehículos. La información es complementaria al artículo previo accesible desde este enlace.
Si recordáis, en la entrada que precedía a este artículo («Adelantamientos infinitos») llegamos a algunas conclusiones sobre lo que, en un adelantamiento, podía suponer la medida que ahora se quiere retirar por decisión de la Dirección General de Tráfico. El trabajo se hizo sobre el esquema de la Figura 1 en el que se representa la fase en la que un turismo de 4,5 metros rebasa a un camión de 16,5 metros que circula a 80 km/h. Recordremos que se eligió solo esta fase de un adelantamiento porque es la que más fácilmente podemos objetivar y cuantificar numéricamente sin introducir aspectos subjetivos de un adelantamiento.
Figura 1. Esquema de un automóvil adelantando a un camión. La figura representa solo la fase en la que un turismo de 4,5 metros rebasa a un camión de 16,5 metros que circula a 80 km/h.
Nuestras principales conclusiones fueron que:
- A 110 km/h, el coche necesitará 2,52 segundos para adelantar al camión, recorriendo en ese tiempo una distancia de 77 metros
- A 90 km/h, el coche necesitará 7,56 segundos para adelantar, elevándose la distancia recorrida durante el adelantamiento a 189 metros.
Para tener una idea más visual de lo que esto supone, vamos a representar a escala ambas situaciones.
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En primer lugar, se muestra el esquema del adelantamiento a 110 km/h por parte de un vehículo de turismo que mide 4,5 metros. Recordamos que el camión mide 16,5 metros y que se desplaza a 80 km/h. En el esquema se muestra el mismo tramo de carretera en dos instantes diferentes:
Se supone que, en el momento de iniciarse el adelantamiento, un vehículo que se encuentra a 378 metros de distancia y circula a 90 km/h se aproxima por el carril contrario de circulación. Como ya sabíamos, cuando han transcurrido 2,52 segundos desde el inicio del adelantamiento, el vehículo que adelanta al camión ya se encuentra en situación de iniciar el regreso a su carril. Como se puede apreciar, el vehículo que se aproxima por el carril contrario (que solo habrá recorrido 63 metros) se encuentra a una distancia tal que no se genera ningún peligro para concluir la maniobra de adelantamiento. En concreto, los vehículos estarán separados por una distancia de 238 metros (algo así como el equivalente a 2 campos de fútbol). |
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En segundo lugar, se muestra el esquema del adelantamiento a 90 km/h por parte de un vehículo de turismo que mide 4,5 metros. Al igual que en el caso anterior, el camión mide 16,5 metros y se desplaza a 80 km/h. En el esquema se muestra el mismo tramo de carretera en dos instantes diferentes:
Como ocurría en el caso anterior, se supone que, en el momento de iniciarse el adelantamiento, un vehículo que se encuentra a 378 metros de distancia y circula a 90 km/h se aproxima por el carril contrario de circulación. En este supuesto, cuando han transcurrido 7,56 segundos desde el inicio del adelantamiento, es cuando el vehículo que adelanta al camión se encuentra en situación de iniciar el regreso a su carril. El problema que ahora se ha generado es que ese tiempo ha sido suficiente para que el vehículo que se aproxima por el carril contrario (que habrá recorrido 189 metros) esté colisionando con el vehículo que adelanta. Dicho de otra forma, lo que a 110 km/h suponía terminar el adelantamiento con 238 metros de seguridad entre ambos turismos, ahora se traduce en una colisión. |